



Volvemos por este barrio rural de Zaragoza a recorrer su vedado. Un día agradable acompañados a ratos por un cierto cierzo. Nos juntamos unos 50 walkers y, por primera vez, estrenamos dos versiones del mismo camino en función de las fuerzas o ganas de cada cual.
Debajo queda el testimonio gráfico de nuestra ruta en la que falta la foto con todo el grupo; sólo hay una foto multitudinaria en el vértice geodésico.
Volveremos.
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